Poesías sobre EL CUERPO HUMANO

✿ Poesías sobre El Cuerpo Humano para aprender con tus alumnos en el aula.

MIS PISADAS DE COLOR

Estoy listo para el juego,
ya las medias me quité
y el pincel está esperando.

Sentí suaves cosquillitas
pero mucho disfruté,
y en el piso, dibujadas,
mis pisadas te deje.

Pisadas serias, pisadas enojadas,
pisadas vergonzosas, 
pisadas muy cansadas.

Pisadas saltarinas, pisadas revoltosas,
pisadas juguetonas, pisadas muy mimosas,
Yo juego a las pisadas y siempre me divierto,
pisando dejo huellas que son un gran invento.

UNA, DOS y TRES

Una, dos y tres,
esta es mi cabeza,
estos son mis pies,
esta es mi tripita.
Si quieres, 
empiezo otra vez.

POESÍA LOCA

Me rasco la cabeza,
me pinto la nariz,
me tapo las orejas
y estornudo: ¡aaachís!

Si cierro los ojitos
no veo adónde voy.
Si suelto un largo ¡uuuuuu!
¡que susto que os doy!

Mis pies son muy inquietos
y quieren retozar,
descansan un ratito,
se van a caminar.

Mis manos se pelean,
pero eso está muy mal.
Mejor que se acaricien
y salgan a pasear.

Mónica Tirabasso

CARAS Y MÁS CARAS

Cara, carita, cara.

cara enojada,

porque lo quiero todo

y tú no me das nada.

Cara, carita, cara.

cara de tristeza,

porque me caí,

¡pum!, ¡pum! de cabeza.

Cara, carita, cara.

carita de contento,

porque a mis lagrimitas

lejos las lleva el viento.

Cara, carita, cara.

cara de disparate,

porque te doy dos besos

¡humm!, ¡humm! de chocolate.

Cara, carita, cara.

cara de dormilón,

porque ya vino el sueño

hasta mi almohadón.

Cara, carita, cara.

cara de dormido,

porque me atrapó

el sueño bandido.

ME DIBUJO

Voy a dibujar mi cuerpo,

primero haré la cabeza,

el cabello, dos orejas, 

los dos ojos y las cejas.

En el centro una nariz,

más abajo una boquita,

cuellos, hombros y dos brazos

más la panza bien gordita.

Lo completo con las piernas,

cinco dos en los pies,

cinco más en las manos,

¡Qué bonito que se ve!

Me olvidaba del ombligo

y también de las rodillas,

de los codos, las muñecas,

¿dónde hago las costillas?

Ahora que está listo

lo pintaré suavecito,

lo guardaré como recuerdo

de cuando era chiquitiro.

María R. Negrín